«TRAS LA HUELLA GENÉTICA DEL PRIMER PERRO CHILENO», INTERESANTE REPORTAJE AL TERRIER CHILENO

 

«TRAS LA HUELLA GENÉTICA DEL PRIMER PERRO CHILENO», así se denomina un interesante

reportaje realizado por «CHILE CIENTÍFICO», basado en una entrevista a la Dra. Paola Mujica,

Médico Veterinario que ha realizado los dos estudios genéticos del Terrier Chileno.

Directamente desde la web de CHILE CIENTÍFICO compartimos con ustedes parte de la en-

trevista con algunas referencias al CNTC-CHILE y el trabajo que llevamos realizando desde ya

más de 10 años con esta raza.

 

«Por primera vez evidencia científica respalda la discusión de la primera raza 100%

 

chilena, el Terrier Chileno, llamado popularmente perro ratonero o el perro de

“Condorito”. A pesar de haber sido reconocido por el Kennel Club hace algunos

años, una investigación finalizada en diciembre de 2016 nos entrega información

sobre el estado de su variabilidad genética, un problema entre los criadores y los

dog lovers«.

«Se les conoce por su personalidad histérica, ser mal genios y nerviosos, aunque sus criadores

y dueños los describen más bien cariñosos, dóciles y muy adaptables. El Terrier, específica-

mente el Fox Terrier, es un perro de origen inglés que llegó a nuestro país en la época de

la Colonia, cuando inmigrantes españoles trajeron algunos ejemplares. Sin embargo, no pasó

mucho tiempo hasta que los caninos europeos comenzaran a cruzarse con algunos perros

criollos. Esta mezcla dio paso a lo que hoy está reconocido científicamente como el primer

perro chileno, el Terrier Chileno».

«Paola Mujica, doctora en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias de la Universidad de Chile,

nunca imaginó hace ocho años, cuando inició sus investigaciones, que terminaría describiendo

a la primera raza canina de Chile. “Hasta ese momento era considerado un perro mestizo y no

era reconocido como raza por el Kennel Club Chile, pero descubrí que en 2007 se formó

el Club Nacional del Terrier Chileno, que establece cómo debe ser un Terrier Chileno, deter-

minando un estándar y su pedigree”. Fue en ese minuto cuando Paola decidió embarcarse

en esta investigación, realizada en el Laboratorio Favet-Inbiogen. “Lo primero que hicimos fue

reunirnos con el presidente del club para convencerlos de la importancia de este trabajo.

Estaban tan entusiasmados que me permitieron ir a las exposiciones y a las sesiones de

registro a tomar muestras. Esa era la única forma en la que yo podía acceder a ejemplares

de todo el país”.

Luego de establecidos los estándares con los que debe cumplir esta población canina, comenzó

la selección de ciertos rasgos, algo que podría amenazar su variabilidad y afectar a largo plazo

las características que estos perros pudiesen haber adquirido durante su desarrollo, hace al

menos 200 años. “El objetivo de mi investigación de doctorado fue determinar cuál ha sido

el impacto de la selección reciente en el Terrier Chileno para así poder preservar la

variabilidad de esta nueva raza nacional y contribuir a su correcto desarrollo para ser reconocida

internacionalmente”, comenta.

De esta forma, la investigadora logró caracterizar y determinar la estructura y variabilidad

genética de esta raza tomando muestras representativas de 24 perros fundadores, aquellos

de los que no existe registro o cuyos padres no estaban inscritos. Estos análisis fueron

realizados gracias a la técnica de genotipado a gran escala de marcadores de tipo SNPs

(polimorfismos de un sólo nucleótido), utilizando una plataforma que logra identificar las

variantes de 1.700 marcadores descritos en la especie.

“Efectivamente es una población distinta a las americanas o a las europeas a pesar de que

físicamente se parecen mucho, como el Jack Rat Terrier en Estados Unidos o el Jack Russell

Terrier en Reino Unido, perros que eventualmente se podrían confundir con el nuestro.

Además, la información generada en este estudio entrega antecedentes importantes sobre

la historia evolutiva reciente de la raza, lo que contribuye para el correcto manejo de la

población actual”, relata Paola.

¿Dog lovers?

Paola comenta que la particularidad de estos perros es que aún preservan gran variabilidad

genética, algo no muy común en razas puras debido a la intervención humana. Es por ello

que el objetivo de su investigación fue caracterizar esta variabilidad genética y tratar de

definir la diversidad existente en los ejemplares, ya que de esta forma se puede saber qué

características se deben mantener. “La selección que se realiza en perros es un problema

histórico. Esto es según el estándar de raza que se establece o de algún fenotipo

en particular, lo que va muy en contra de la diversidad de la población”.

Esta selección se puede realizar de dos maneras, haciendo cruzas entre animales empa-

rentados o usando muchas veces un mismo macho que presenta características deseables

según el estándar. En ambos casos los resultados son altos índices de consanguinidad y

baja diversidad en la población. “Sabemos, por antecedentes científicos, que hay

razas que ya llevan 100 años bajo el manejo de criadores y tienen niveles de consan-

guinidad elevadísimos, lo que provoca un aumento en la frecuencia de enfermedades

genéticas como cataratas o sordera, enfermedades existentes en casi todas las razas a

nivel mundial”. Un ejemplo de esto se puede observar en el Pastor Alemán, una de las razas

más comunes en Chile. “Estos animales se han ido seleccionando para que las caderas

queden más bajas en relación a los hombros, porque es algo que describe el estándar,

pero ¡es una locura! Producto de eso han aumentado las incidencias de problemas articulares

y se comenzaron a observar casos extremadamente recurrentes de displasia de cadera”,

comenta Paola».

Les invitamos a leer y compartir el reportaje completo directamente desde la web 

www.chilecientífico.com/tras-la-huella-del-primer-perro-chileno/

Como CNTC-CHILE agradecemos muy sinceramente a todos los medios de prensa por el

interés que han manifestado en el Terrier Chileno y en su futuro desarrollo.